Indicadores de calidad en el sector de la salud

 

A diferencia de otros muchos sectores, en los que también se puede realizar una auditoría basada en criterios ISO, en el sector sanitario los indicadores de calidad deben ser considerados como básicos, en lugar de tratarse de un sinónimo más cercano al lujo o un extra. 

Esto se debe, por supuesto, al carácter propio de este sector, enfocado en ofrecer un servicio como es la sanidad. 

En los momentos en los que es prestado un servicio sanitario a familiares y clientes, es fundamental ser capaces de tener los recursos y procesos óptimos para ofrecer el mejor trato posible. Para ello, un diagnóstico rápido y eficaz, y un tratamiento o intervención adecuada son fundamentales.

No es fácil ser capaz de determinar la calidad de un servicio, no en vano, en muchas ocasiones se tiende a considerar por parte de clientes (pacientes y acompañantes en el específico caso de este sector) el término de calidad como términos absolutos en lugar de una determinada graduación. Dando como resultado una afirmación absoluta: un servicio es de calidad o no es de calidad, en lugar de qué lugar ocupa el servicio en cuanto a calidad en una escala de valores. 

Para alcanzar las metas específicas las empresas tienen a su disposición, y de carácter voluntario, la normativa ISO 9001. 

Para poder analizar, por tanto, el nivel de calidad de un servicio en el sector de la salud, se tienen en consideración diferentes variables a las cuales solemos referirnos como indicadores recogidos en la norma ISO 9001:2008. 

  • Satisfacción de los usuarios, tanto pacientes como acompañantes.
  • Uso eficaz de los recursos disponibles.
  • Reducir costes y mejorar la distribución y uso de los presupuestos.
  • Minimizar los tiempos de espera.
  • Promover la eficiencia de los procesos.
  • Disminuir el índice de errores médicos.

Por lo tanto, los indicadores se traducen como fin último en datos relevantes para el correcto funcionamiento. Arrojan información sobre el funcionamiento diario de la organización. Una eficaz selección de indicadores permite: 

  • Detectar los puntos de mejora. 
  • Identificar causas. 
  • Tomar decisiones útiles en un breve periodo de tiempo. 

Una vez enumerados los indicadores y lo que estos permiten, se pueden enumerar una serie de aspectos a tener en cuenta.

  • Eficacia. Hace referencia a la capacidad para cumplir los objetivos previamente establecidos. 
  • Efectividad. Tiene en cuenta el impacto de un procedimiento en término de mejora de salud. 
  • Eficiencia. Analiza el grado de cumplimiento de objetivos teniendo en cuenta el número de pacientes empleados. 
  • Adecuación. Mide la relación entre los servicios disponibles y las necesidades determinadas de la población. 
  • Accesibilidad. Pone de manifiesto la posibilidad de que un usuario disponga de los servicios que necesita en el lugar y momento adecuados y con un coste razonable. 
  • Satisfacción. Mide el grado con el que la satisfacción aceptada cumple las expectativas de los usuarios. 
  • Continuidad. Se refiere al seguimiento continuo en el tiempo de las necesidades sanitarias. 
  • Calidad científico-técnica o competencia profesional. Analiza el grado de aplicación de los recursos y tecnologías disponibles. 
  • Atención integral. Consiste en cubrir todas las necesidades sanitarias de un individuo y/o población.

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